BUÑUELOS DE GAMBAS

Hace muchos años cuando empezaba a cocinar, los hacia poniendo los ingredientes a ojo porque siempre te decían un chorrito de leche, otro de cerveza y harina la que admita  y claro así no había quien hiciera unos buñuelos en condiciones.
Pero con el tiempo a base de meter la pata vas cogiendo experiencia aprendiendo de los errores y pesando los ingredientes y así no falla la receta, salen riquisimos.
La masa queda muy esponjosa, jugosa y sabrosa.
Hoy los buñuelos son de gambas, pero igualmente los puedes hacer con bacalao o merluza.  Algunas  veces los hago con los restos de merluza frita o acedías, les quito las espinas  y los desmenuzo y se los añado a la masa y  quedan tambien geniales.
Con las cantidades que te pongo te saldrán unos 30 buñuelos aproximadamente, si quieres más cantidad, dobla las cantidades, y si quieres menos buñuelos  pon un huevo de los pequeños (45 gr) y proporcionalmente menos cantidad del resto de ingredientes

INGREDIENTES
1/4 de gambas
150 gr de harina
75 gr/ml de cerveza
50 gr/ml de leche
1 huevo grande ( XL 75 GR)
1 cucharadita colmada de levadura
1 ajo muy picadito
Perejil picado
Sal.
Aceite para freir
PREPARACION
Pela las gambas y reserva los cuerpos.

Con thermomix
Echa el huevo en la thermomix y bate 10 segundos en velocidad 3.
Añade el resto de ingredientes y mezcla 15 segundos en velocidad 6.
Deja que repose la masa media hora y añade las gambas.
Modo tradicional
Bate el huevo y le añades la cerveza ,  la leche , el ajo y el perejil,  mezcla bien .

Ve incorporando la harina  poco a poco para que se quede una masa sin grumos, por último añade la levadura y la sal y deja que repose una media hora aproximadamente.

Incorpora las gambas peladas.

Pon a calentar un perol con abundante aceite de oliva, echa un trozo de cascara de limón al aceite para que pierda un poco de sabor. Cuando el aceite  esté bien caliente, vas poniendo cucharadas de la masa con un par de gambas por cucharada.

Dale la vuelta pasados un par de minutos para que se doren por ambos lados.

Saca y deja que escurran el exceso de aceite sobre un papel absorvente de cocina.
Ya solo falta servir y comer.
Si los pones como segundo plato, para que no se enfríen mientras tomas el plato principal, pon la fuente en la que los vayas a servir en el horno a 50 º así se conservarán calientes.

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