CARACOLES SEVILLANOS PASO A PASO

En estas fechas en Sevilla, en todos los bares se preparan tapas o raciones de caracoles. Se sirven acompañados de un vasito de caldo y cerveza CruzCampo muy fria.
Para mi gusto donde mejor los ponen es en el  bar Casa Manolo en la Av Santa Cecilia de Triana y en Casa Diego en la Av Sanchez Arjona.Os aseguro que es de las cosas más ricas que podéis tomar. Son como las pipas es empezar y no parar hasta terminar con el último, a mi me encantan picantitos y con hierbabuena.
El secreto de unos buenos caracoles es que estén bien limpios y sin babas y sobre en todo las especias que le pongas. Muchas veces lo que no entra por el ojo no nos gusta, pero no hay que dejarse engañar,¿no tomamos almejas,navajas mejillones...pues el caracol es un molusco más, a mi me vuelven loca.
Yo desde luego tengo delito, lo mío es de juzgado de guardia,  he empezado la "operación bikini" y llevo 10 días haciendo 1 hora de bici, pero los ví y  no me he podido resistir a guisarlos. Menudo atracón que me he dado, aunque  la verdad es que los caracoles no engordan nada apenas si tienen 60 calorias por cada 100 gr de carne, lo que engorda es la cervecita con la que te los tomas...

INGREDIENTES
1 Kg de caracoles
Un par de hojas de laurel.
Una cabeza de ajos entera sin pelar.
Una cebolla entera. 
Una ramita de hierbabuena
Sal
Una muñequilla  con : 
4-5 cucharadas de especias para caracoles:comino, pimienta negra, orégano, cilantro y  guindillas, ( yo he utilizado las especias preparadas para caracoles de Mercadona) 
2 ajos aplastados
La muñequilla no es más que un trapo de unos 20 x20  con las especias y los ajos aplastados  en su interior y atado, para que las especias no se dispersen y se pueda beber  el caldo después.
PREPARACIÓN
Debes dejar los caracoles por lo menos 48 horas en ayuno, para que se vacien de las impurezas que tienen dentro y no amarguen después, yo los dejo en una bolsa de plástico agujereada para que puedan respirar pero que no se escapen; la primera vez que los hice hace muchísimos años, nadie me lo advirtió y los puse en un barreño y a la mañana siguiente los tenia a todos danzando por la cocina.

Pasados los dos días  hay que lavarlos muy requetebién con abundante agua fria , yo los pongo en el fregadero con el tapón puesto dentro del escurridor de verduras para que no se dispersen, y suelten las impurezas. Aprovecha para desechar los que estén rotos, vacios o floten(están muertos). Les cambio el aguan tantas veces como haga falta para que el agua quede limpia.

Despues se escurren de agua y se frotan con un puñado de sal para que suelten las babas que pudieran tener y se vuelven a enjuagar muchas  veces hasta que el agua salga de nuevo  limpia, sin restos de las babas.

Una vez  lavados los ponemos en una olla con agua de manera que queden bien cubiertos y ponemos a fuego muy muy bajo mi vitro va del 1 al 9 yo los pongo en el 2, para engañar al caracol , que saque la cabeza y se cocine con ella fuera, si nó es muy difícil comerlos después. Ten cuidado que los más espabilados se querrán salir de la olla. "Una seguidora me aconsejó frotar el borde de la olla con limón para evitar que se salgan fuera, así que he editado la entrada con su consejo."

Aumenta progresivamente la potencia del fuego, yo he tardado unos 45 minutos hasta que el agua rompió a hervir. Ves por el efecto del calor todos los caracoles han sacado los cuerpos fuera.

Cuando el agua se haya calentado el caracol  ira formando una  espuma en la olla , que hay que retirar con una espumadera.

Al romper a  hervir el agua,  soltarán de nuevo bastante espuma que por supuesto también hay que quitar.
Una vez desespumados se les añade la cabeza de ajos entera, la cebolla, el laurel, la sal gorda  y la muñequilla con las especias y  los ajos machacados.

Los dejamos cocer unos 20 minutos, en los ultimos dos minutos añadimos la hierbabuena y si ves que no están lo suficientemente picantes para tí añade un par de guindillas también.

Retira de la olla la cebolla, la cabeza de ajos, el laurel  y la muñequilla.

En el momento de servir riegalos con un hilillo  de aceite de oliva crudo.

Y ya sabes la cervecita bien fresquita y el vasito muy caliente de caldo  de los caracoles son los acompañantes perfectos.

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